Finalmente pudimos inaugurar la sala de la segunda planta de Casa Feliú, que aunque ya se podía visitar este verano, queríamos hacer coincidir este acto con la conmemoración del 40 Aniversario del Museo. La sala fue acondicionada por el Ayuntamiento de Mas de las Matas y conceptualizada y musealizada por el Grupo de Estudios Masinos. Aunque aún quedan algunas mejoras por hacer, podemos dar por terminado ya el edificio.
La sala, dedicada a los siglos XVII y XVIII y a los personajes ilustres de la localidad, nos cuenta la historia de Mas de las Matas como municipio independiente tras la firma de la Concordia en 1611. El siglo XVII es nefasto para Europa, pero la situación se agrava en Aragón tras la expulsión de los judíos, el paso de tropas, las malas cosechas, que se refleja en una población muy debilitada donde surgen brotes de peste… a todo eso hay que sumar que nuestro municipio comienza muy endeudado y así nos lo cuenta Mosén Diego Sanz: «El lugar es tan pobre y empeñado que cada cual se ha menester con lo que tiene para su sustento y aún no le bastará». Pese a todo, en un ambiente de máxima religiosidad, Mas de las Matas construye la ermita vieja de Sta. Bárbara, S. Quirico y Sta. Julita y tras la llegada de la reliquia de Sta. Flora, una segunda ermita. En 1684 se instaura la Capellanía del Magisterio, por lo que todos los niños estaban obligados a ir a la escuela y aprender a leer y escribir.
El siglo XVIII está marcado por la Guerra de Sucesión entre el Archiduque Carlos (Casa de Habsburgo) y Felipe de Anjou (Casa de Borbón), Mas de las Matas se posicionó con Felipe y al ganar éste nos concedió la flor de lis para el escudo de la villa. Se perdieron eso sí, los Fueros políticos y se decretaron los llamados de Decretos de Nueva Planta. Es un siglo de cambios sociales, Mas de las Matas crece en población, se construyen nuevas acequias, mejoran las cosechas y surgen numerosos pleitos, contra el Comendador por el molino, contra el Arzobispado de Zaragoza por los diezmos de las judías y el panizo y contra las poblaciones vecinas por el agua. Son años de bonanza, se construye la Iglesia Parroquial, una nueva ermita de Sta. Bárbara y llega otra reliquia, la de San Félix. La sala finaliza con la llegada de los franceses que saquean la población, tras la toma de Alcañiz en 1809.
El apartado destinado a los personajes ilustres está dedicado a Juan Antonio de La Mata y Barberán, heredero de los fundadores de la localidad, la familia La Mata, que hizo carrera militar llegando a ser Mariscal de Campo y Gobernador de Panamá, a Mosén Diego Sanz, autor de las Memorias de Sta. Flora, a Baltasar Mateo, escultor de renombre que trabajó en muchas localidades de la zona y a Benito Feliú Ballestero, religioso escolapio, pedagogo y gramático, llegando a ser reformador de la Universidad de Valencia y consejero del rey.


